Lo que nadie te cuenta acerca de emprender #PlanA
"No hay
una historia rosa detrás de cada emprendedor".
No todos estamos
hechos para emprender ni tenemos por qué estarlo, pero cuando uno tiene cierto
perfil innovador y atrevido, suele creer que aquella idea que tiene es genial y
puede convertirse en una realidad. Una vez que uno decide cruzar la línea de la
idea a la realidad el camino deja de ser rosa.
Para emprender se
necesita paciencia, mucha tolerancia a la frustración y mucha más
perseverancia. Es también, vivir en el esquema de prueba y error, abandonar
toda expectativa y entender que este es un proceso de aprendizaje, un
semillero, y como tal, requiere tiempo y dedicación.
Aunado a esto, deberá
abandonar toda presión social, porque es común que amigos y familiares
pregunten reiteradamente cómo va el negocio, uno quisiera contestarles que de
maravilla, que todo ha salido conforme a lo planeado, pero la verdad es que muy
pocas veces sale como lo esperado y la maravilla que uno vive, es la de
aprender a disfrutar el viaje.
Es también saber en
qué se debe invertir, y no solo de manera financiera sino incluso en el tiempo.
Cada decisión impulsará o estancará el negocio. Es usar el análisis de forma
constante, transfórmalo en aprendizaje y usarlo a favor.
Tal vez una de las
lecciones más fuertes será la del dinero, uno no ve en corto plazo de regreso
el dinero que invirtió, los gastos se siguen generando y esto lleva a pensar si
está haciendo bien las cosas, si el negocio realmente fue buena idea.
Para responder esto
considero hay dos caminos:
Si el proyecto está
firmemente fundamentado, es cuestión entonces de dar con el target que ya se ha
detectado, llevando el mensaje que queremos brindarle en la plataforma o medio
con el que este segmento se identifica.
Realizar un business
case que plasme la inversión, gastos, acciones a realizar y resultados obtenidos,
según estos datos, se obtendrá de regreso el tiempo en el que regresará el
dinero de seguir las condiciones así
(ROI) y cuándo se empezarán a reflejar las primeras utilidades.
Por último, tener
presente en cada momento de flaqueza que independientemente de los resultados,
quienes hemos dado el paso al emprendimiento ya tenemos ganada la primera
medalla, la de las agallas, no es sencillo dar el salto a lo que muchos por
años no se atreven a materializar.
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